Café

El árbol de café tiene su centro de origen en Etiopía, en el oriente de África. La primera especie abarca casi las tres cuartas partes de la producción mundial y se cultiva principalmente en Centro y Sur de América. Una leyenda muy comentada y difundida sobre el origen del café es la de un pastor de Etiopía llamado Kaldi, observó el efecto tonificante de unos pequeños frutos rojos de arbustos en las cabras que lo habían consumido en los montes. Kaldi llevó unas muestras de hojas y de frutos a un monasterio, donde los monjes probaron el brebaje para evitar quedarse dormidos en los oficios nocturnos. Los datos arqueológicos disponibles hoy en día no permiten afirmar el uso o conocimiento del café antes del siglo XV. Dicha primera referencia narra que el café habría sido llevado desde Etiopía a Yemen y posteriormente se extendió a Arabia. Se le llamó entonces qahwa (قهوة), que significa «vigorizante». El café llegó a Europa alrededor del año 1600, mediante los mercaderes venecianos. Se aconsejó al Papa Clemente VIII prohibir el café, pues representaba una amenaza de los infieles. Después de haberlo probado, éste último bautizó la nueva bebida, declarando que dejar sólo a sus infieles el placer de esta bebida sería una lástima. El café fue bien recibido por los monjes por las mismas razones que los imanes: permite mantenerse despierto durante mucho tiempo y mantener el espíritu limpio. El café cruzó el Atlántico en 1689, con la apertura del primer establecimiento en Boston. El café alcanzó su completa aceptabilidad social en el siglo XVIII. Pronto los grandes cultivos se desplazaron a Ceilán e Indonesia, y se consolidaron posteriormente en América del Sur. En 1696, se implantó en las cuestas del Monte Pelée en Martinica, en Santo Domingo y en Guadalupe. Cincuenta años más tarde, había ya 19 millones de plantas en Martinica. La primera plantación en Brasil se estableció en 1727 con plantas sustraídas de la Guayana Francesa. En 1784 los misioneros capuchinos llevaron las primeras semillas de café a Venezuela desde el Brasil, mientras que a Colombia llegaron desde las Antillas Francesas. Durante el siglo XVIII, la bebida se hace popular en Europa, y los colonos europeos introducen el cultivo del café en numerosos países tropicales, como un cultivo de exportación para satisfacer la demanda europea. Las principales regiones productoras de café son América del Sur (particularmente Brasil y Colombia), Vietnam, Kenia y Costa de Marfil. Actualmente Colombia y Perú poseen numerosas plantaciones de café orgánico de altísima calidad que están empezando a ganar reconocimiento mundial. El café es la segunda mercancía comercializada en el mundo, tras el petróleo. Se estima en 125 millones el número de personas que vive del cultivo del café, incluyendo 25 millones de pequeños productores. Cada año se beben 400.000 millones de tazas de café. En el caso peruano, el café es el principal producto agrícola de exportación del país. Se cultiva principalmente el café arábico (Coffea arabica), en las variedades Typica, Bourbón, Pache, Caturra y Catimor. El principal importador del café peruano es Alemania (32%), seguido de los Estados Unidos de América (22%). En el rubro de cafés especiales exportados por el Perú el 56% es orgánico y el 30% corresponde a Comercio Justo. Asimismo, 2 millones de peruanos dependen directa e indirectamente de esta actividad. Cabe resaltar, que el Perú es el principal exportador mundial de café orgánico.
Fuente: https://es.wikipedia.org